Criticar lo que se ha hecho mal, es defender el derecho a viajar dignamente.
Eso no es politizar nada.
Hay una anécdota muy bonita de cuando aquí mandaba Franco.
Cuentan que entró en el despacho de Franco uno de sus ministros para quejarse de que en un periódico criticaban la gestión de su departamento.
La respuesta de Franco fue la siguiente:
– ¡ No se altere, haga como yo y no se meta en política. !
Pues eso…