Por: AngelH

Buenos días.
Siguiendo con mi comentario de ayer, para el listado de excursiones y precios desde Fuengirola remito de nuevo a E.Sanjuan (12 nov), que expuso un catálogo muy completo.
Ya habíamos estado en Marbella, Mijas (hermoso pueblo), Nerja, Granada, Córdoba (la recomiendo encarecidamente, la Mezquita es impactante), Gibraltar o Sevilla.
Y comentado las excursiones que hicimos, fuimos a Ronda, trayecto en parte de montaña (curvas), excursión agradable y recomendable, pueblo con casco antiguo muy bello (especial referencia al que llaman “tajo”, un barranco profundo que divide al pueblo) y a la plaza de toros, donde se visita el albero y un pequeño museo de tema taurino. Un rato de tiempo libre, calles comerciales amables de pasear y relajarse, comida en un restaurante de carretera, con menú similar al de otras ocasiones, aceptable, sin más.
También fuimos por libre, con el tren cercanías, a Málaga capital, paseando sus calles típicas, visita el museo Picasso y la catedral, etcétera. Puede pasarse un día completo o madrugar un poco y volver a comer al hotel, según las prisas y el recorrido.
Y la última excursión la hicimos a Tánger (Marruecos). Esta excursión no es fácil de valorar, dependerá mucho de criterios subjetivos. Hay que madrugar bastante, salida del hotel a las 7.25, casi dos horas de bus hasta Tarifa, una hora de barco a Tánger (buena travesía a la ida, un poco peor la vuelta por la tarde, con algunos mareos incluidos porque había mucho viento y el ferry balanceaba). Regreso de Tarifa en bus de menos duración, sin paradas, llegando al hotel a las ocho más o menos.
En Tánger, recorrido por la ciudad en bus con guía marroquí, llegada a la casba (o kasbha), barrio con callejas plenas de puestos de mercadillo en el suelo y muchas tiendas, con vendedores callejeros insistentes y a veces agobiantes, ofreciendo toda clase de mercancías, siguen al grupo, aparecen una y otra vez al paso de la comitiva… Ojo a los hurtos (esto como en toda aglomeración, no sólo aquí) y mucha atención a los que ofrecen monedas a cambio de nuestros billetes, no es esto de mucho fiar. Otro recorrido en el bus por el paseo junto a la playa, al puerto y regreso. Nada de tiempo libre, siempre en grupo de un lado para otro, bastante rápido, con paradas sólo en comercios determinados por el guía marroquí, amable, por otra parte.
Donde está la principal pega, según mi opinión, es en la comida, en un “restaurante típico”: sentados en taburetes, muy apretados, con una vajilla sucia-sucia (es difícil imaginar cómo de sucia), la comida escasa, una galleta y medio vaso de té para postre, unos gatos pasando entre las piernas, demencial… Experiencia impactante, sin duda, que se recordará mucho tiempo. No sé si recomendarla o no…
Y perdón por la extensión, espero sea útil para alguien.
Saludos para todos/todas y mención especial a E, Sanjuan, ya casi parecemos corresponsales.